lunes, 30 de septiembre de 2013

EL INVENTO PARA HACER REALIDAD LAS ILUSIONES



El Dimensor puede ser el invento más revolucionario de todos los tiempos. Es un elemento que, según los datos que recibí, convierte en realidad las ilusiones humanas.
Este asunto empezó de manera inusitada; cuando abrí el correo encontré un mensaje que me informaba que me había ganado "el Premio Sorpresa" de un sorteo que se había hecho, a nivel mundial, para hacerles realidad tres ilusiones a cada una de las tres personas que ganaran uno de los tres premios mayores. Por lo general, elimino sin abrir los mensajes de remitentes que considere como sospechosos, y éste era enviado por ‘Dimensor’, un remitente desconocido que me hizo sospechar que podía ser un correo mal intencionado, pero lo abrí porque como asunto decía “Adiós a las Ilusiones”, algo que desde mi punto de vista sería nefasto para la gente, pues creo que, sin ilusiones, los seres humanos tendríamos una vida light, o sea una existencia desabrida y aburrida.
Y, cuando lo leí, el mensaje me pareció un correo basura. Sin embargo, se me hizo raro que al final el mensaje decía que muy pronto me llegaría, por correo postal, una tarjeta digital que me permitiría ingresar al Dimensor y una carta de invitación con las instrucciones de los pasos que debía seguir para acceder al premio. En ese instante tocaron en la puerta de mi casa y era para entregar el sobre que contenía lo anunciado en el mensaje.
La tarjeta anunciada llegó en el sobre y tenía una ranura que permitía llevarla colgada, como escarapela, y, por su forma y tamaño, cabía en cualquier billetera o cartera. Al final de la cinta de lectura digital, la tarjeta tenía un dispositivo con dos ojitos que, según los datos que venían en la carta de invitación, era una cámara de dos frentes y otros elementos con nombres que yo desconocía, mecanismos estos con los que la tarjeta podía tomar fotos, hacer filmaciones con acercamiento de objetivos y receptar y trasmitir toda clase de imágenes y datos, por lo cual se aconsejaba portarla colgada y descubierta.
Las instrucciones de los pasos que debía seguir venían en la parte inferior de la carta, misiva que a la vez era la tarjeta de invitación, y eran cosas sencillas para personas que estuvieran familiarizadas con el manejo de aparatos digitales modernos. La explicación decía: “Las herramientas para manejar el Dimensor son tres teclas; una dorada, una blanca y una negra; y debajo de las teclas a veces aparece una barrita tricolor que se usa para iniciar las funciones. Estas  herramientas aparecen al frente suyo, en una pantalla con imagen y sonido que permite leer y ver la evolución de las cosas." Además, explicaba que para ingresar al Dimensor debía colocar la tarjeta en la ranura que había en la puerta de la Sede y luego seguir las instrucciones de la pantalla. Y en letras pequeñitas decía: “Síganos en Facebook o ingrese a www.dimensor.univer
La carta de invitación, en la parte superior empezaba felicitándome por haber ganado el Premio Sorpresa y, además, poder ser el único testigo y observador humano de la evolución del destino de tres personas que habían ganado el premio de convertir tres de sus ilusiones en hechos reales. Y explicaba que me había ganado ese premio, por ser la única persona que creía y afirmaba que “la ortografía no es materia esencial de la escritura, sino complicaciones que surgen por haber sido mal elaborados los alfabetos y/o por usos caprichosos en el manejo de las letras. Y por haber inventado el Método Práktiko, para contribuir en la solución del enorme flagelo humano que surge del hecho de tener que aprender a escribir con uso de ortografía."
La cita en la Sede del Dimensor era a las 12 de la noche, pero yo llegué 15 minutos antes. Y es que, al contrario del acostumbrado retardo de la gran mayoría de los colombianos, siempre he tenido la costumbre de llegar adelantado a las citas. La carta explicaba que se había elegido esa hora porque en ese instante se inicia un nuevo día y, por eso, era el mejor momento para hacer realidad las ilusiones, pero yo siempre he creído que el hombre es el único animal que entiende que el día empieza a media noche.
Cuando llegué a la dirección que aparecía en la tarjeta, la única persona que encontré fue un vigilante que estaba casi dormido. Le mostré la carta de invitación al guardia; él me explicó que colocara la tarjeta en la ranura que había en la puerta y que siguiera las instrucciones de la pantalla. Había que subir una escalera ancha, de pocos pasos; la Sede del Dimensor tenía aspecto de banco y laboratorio, con paredes de mármol y vidrios polarizados.
Al llegar a la puerta, coloqué la tarjeta en la ranura ya mencionada y al frente apareció una pantalla que en la parte inferior tenía una barrita virtual de colores dorado, blanco y negro, y poco después en la pantalla apareció el remolino de palitos virtuales (eso debe tener nombre pero, debido a que no lo sé, lo llamaré remolino virtual) que hacen los computadores cuando están cargando algo. Pocos segundos después, en la pantalla apareció un escrito dándome la bienvenida, cosa que luego se borró y enseguida aparecieron tres teclas; una dorada, una blanca y la otra negra, y un escrito que decía:
-Si Usted es invitado toque la tecla dorada.
-Si es trabajador interno toque la tecla blanca.
-Si es visitante o viene por cualquier otra razón toque la tecla negra.
Debido a que yo era invitado, pulsé la tecla dorada y al instante se abrió una cabina, tan pequeña que apenas cabía yo de pie, y en la pantalla apareció un escrito que decía: “por favor ingrese a la cabina y siga las instrucciones de la pantalla interna”. Entré a la cabina. Enseguida se cerró la puerta y en la pared del fondo apareció una pantalla virtual en la que, además de una pequeña barra tricolor, había varias cámaras y el remolino virtual ya mencionado girando. Luego, sin detenerse el remolino, apareció un escrito que decía: "Para iniciar el proceso toque la barra tricolor." Un poco enredado por los nervios pulsé la pequeña barra y en la pantalla, con el remolino girando, apareció escrito: “Espere un momento por favor. Estamos haciéndole un examen médico."
El remolino virtual siguió dando vueltas. Poco después se borró el letrero y empecé a oír una voz que decía: “De ahora en adelante tus ilusiones no serán solo fantasías. Con el Dimensor podrás hacer realidad tus ilusiones; dile adiós a tus amores platónicos, el Dimensor pondrá a tu alcance a esa persona que tanto has deseado. Además, en nuestro portafolio tenemos más de 11 mil vírgenes, y podrás tener relaciones sexuales con las que desees y en la forma que tu elijas." Y, bajito y con palabras pegadas añadía: "Las vírgenes de nuestro portafolio son mayores de edad. Aplica condiciones y restricciones; para más detalles síguenos en Facebook o ingresa a www.dimensor.univer".
Bastante incómodo seguí de pie en la cabina, que ahora disparaba rayos que me pegaban en todo el cuerpo, y, mientras el remolino virtual daba vueltas, la lora publicitaria del Dimensor se repetía una y otra vez. Ya me estaba irritando cuando al fin se silenció la lorita, desapareció el remolino y en la pantalla apareció escrito:
“Estatura 175 centímetros; peso 80 kilos; grados de alcohol 0; condiciones generales aceptables y apropiadas.”
A los pocos segundos, desapareció ese escrito, aparecieron las tres teclas y en la parte superior de la pantalla había un escrito que decía:
-Para continuar el proceso marque la tecla dorada.
-Para cancelar el proceso marque la tecla blanca
-Para repetir el proceso marque la tecla negra.
Pulsé la tecla dorada y en la pantalla apareció escrito:
-Si Usted tiene un ingreso superior a 30 salarios mínimos; marque la tecla dorada.
-Si Usted tiene una pensión nacional que era de más de 30 salarios mínimos y por ser ilegal ese monto se la redujeron a menos de 15 millones de pesos; marque la tecla blanca.
-Si Usted tiene un ingreso inferior a 10 salarios mínimos; marque la tecla negra.
Pulsé la tecla negra y el remolino virtual inició lento. Me pareció que quedó decepcionado con mi poca capacidad de pago. Pocos segundos después empecé a oír: "De ahora en adelante tus ilusiones no serán solo fantasías; dile adiós a ....), o sea la lora publicitaria del Dimensor, pero no duró mucho y, a la vez que se silenció la lorita, en la pantalla apareció escrito:
-Para continuar el proceso marque la tecla dorada.
-Para editar o corregir datos marque la tecla blanca.
-Para cancelar el proceso marque la tecla negra.
Pulsé la tecla dorada, y en la pantalla apareció la siguiente instrucción:
“Cuando se abra la puerta, siga al fondo e ingrese en la cabina dorada que está a mano derecha y ocupe el asiento dorado.”
Cuando se abrió la puerta, que no era la misma por donde yo había entrado sino otra que daba entrada al edificio, salí a un recinto enorme y escueto y al fondo vi la cabina dorada anunciada, con la puerta abierta. Entré a la cabina. Esta era grande, tenía tres asientos uno dorado, uno blanco y el otro negro, y por todas partes estaba llena de toda clase de mecanismos virtuales iluminados y frente a los asientos había tres mesitas que, supuse, debían ser para en ellas colocar cosas, y al frente había una pantalla con un letrero que decía:
-Si es invitado, ocupe la silla dorada.
-Si es empleado interno, ocupe la silla blanca.
-Si viene por otra razón, ocupe la silla negra.
Me senté en la silla dorada y al instante empecé a oír la lorita publicitaria del Dimensor, cosa que se repitió varias veces y cuando se silenció sonó un timbre, parecido al de los aviones, y luego oí una voz femenina que dijo: “Favor abrocharse el cinturón de seguridad”; y en la pantalla apareció escrito: “Prohibido fumar. No smoking”.
Me abroché el cinturón. Poco después se cerró la puerta y yo sentí el pavor que me da cuando la azafata cierra la puerta del avión en el que voy a iniciar un vuelo. En la pantalla apareció una línea verde que, a la vez que el remolino virtual daba vueltas, lentamente iba creciendo y, cuando llenó el ancho de la pantalla, el remolino se borró y apareció un letrero que decía:
"Hemos finalizado este recorrido. Cuando se abra la puerta, abandone este vehículo, vaya al fondo del pasillo y:
-Si es invitado, ocupe la cabina dorada.
-Si es empleado interno ocupe la cabina blanca.
-Si viene por otra razón ocupe la cabina negra."
Cuando se abrió la puerta, abandoné el ‘vehículo’ pensando que el Dimensor quizá sería un sistema como Windows, pero que en vez de ventanas virtuales usaba cabinas reales. Al fondo del pasillo vi las tres cabinas anunciadas, éstas tenían las puertas abiertas y vi que cada una tenía un solo asiento; me dirigí a la de color dorado y cuando llegué a la puerta oí un sonido parecido al que hacen los dispositivos de las tiendas grandes cuando leen el código de los artículos para cobrarlos, y enseguida se iluminó la pantalla, con un escrito que en la parte superior me daba la bienvenida y abajo añadía: “Para continuar el proceso debe llenar con sus datos personales la Hoja de Vida que aparece a continuación; para iniciar esa labor marque ‘continuar’ y llene todos los espacios que aparecen en blanco.”
Esta cabina era un poco mas pequeña que la anterior y también estaba llena de diversos elementos virtuales y materiales que, supuse, debían ser indicadores y mecanismos de control. Frente al asiento tenía una mesita igual a la que, en la cabina anterior, yo había creído que era para colocar cosas pero, cuando me senté, ésta se convirtió en un teclado virtual, al que le sobraba un montón de cosas pero le faltaba la letra ñ.
Pulsé ‘continuar’ y al instante apareció un enorme cuestionario que debió ser diseñado por algún gobierno, para robarse los datos importantes de la gente, el cual en la parte superior tenía una foto mía, tomada en ese momento. Cuando traté de escribir, las letras no funcionaban; tuve que adivinar que había que tocar los renglones en los que iba a escribir, ya que. así era como funcionaban esas cosas. Y después, llenando la Hoja de Vida, tuve que presionar 4 veces la palabra ‘continuar’, o sea que el cuestionario tenía 5 páginas.

El primer cuadro que había que llenar era ‘país de nacimiento’, y noté que apareció en el teclado la letra ñ, cuando escribí 'Colombia' en ese espacio. El cuestionario pedía datos personales, íntimos, particulares y toda la información que normalmente se roban los gobiernos espías. Estando en esa labor empecé a sospechar que el Dimensor podía ser un dispositivo espía, como los denunciados por el ingeniero de sistemas Edward Snowden, pero estaba seguro que conmigo perdían el tiempo, pues, no tengo dinero, no soy político, no soy creyente religioso, no soy científico, en fin; llené el cuestionario saca tripas, sin temor de sufrir consecuencias pero consciente de que me estaban espiando.

Cuando finalicé el llenado del cuestionario, pulsé ‘guardar’ y en la pantalla apareció un escrito que decía:

"Para acceder al Premio Sorpresa que le concederá el Dimensor, Usted debe presenciar y ser testigo de la realización de tres ilusiones a cada una de las tres personas premiadas por el Dimensor. Esas tres personas son: una blanca, una india y la otra negra.
-Para ver el proceso de la persona blanca marque la tecla dorada.
-Para ver el proceso de la persona india marque la tecla blanca.
-Para ver el proceso de la persona negra marque la tecla de ese mismo color."

Siguiendo el orden del letrero, pulsé la tecla dorada y en la pantalla apareció la hoja de vida del individuo blanco que había ganado el premio de convertir en realidad tres de sus ilusiones. Esta Hoja de Vida era el mismo cuestionario saca tripas que yo había llenado, y cuando lo estaba leyendo pensé que ojala Edward Snowden no me fuera a delatar por estar revisando ilegalmente datos personales íntimos ajenos. Me llamó la atención que el tipo, en el renglón de ‘género sexual' marcó "otro", o sea que él no era ni masculino ni femenino sino gay, pero eso a mí no me importaba; lo que quería ver era la lista de las tres ilusiones que se le iban a convertir en cosas reales.
A vuelo de pájaro leí la hoja de vida del individuo blanco. A lo último, dándome instrucciones para continuar con el proceso, en la pantalla aparecía este escrito: “Para ver este premio hecho realidad, colóquese el casco de seguridad y toque ‘continuar’.”  Y casi pegado a mis rodillas vi un casco parecido al que usan los políticos cuando, para darse un benéfico pantallazo por televisión, sin que sea necesario se colocan un casco fino, parecido a este, para cortar una cinta que es el único escombro que cae, en la inauguración de obras en las que muchos de sus obreros han quedado inválidos o contaminados por falta de dispositivos de protección.
Luego de colocarme el casco, pulsé la palabra 'continuar' y en la pantalla apareció, como en una película, el tipo en el momento que iba a recibir el premio. Era alto, tenía ojos azules y poseía los rasgos básicos de la raza blanca. Pero, por  respeto a la intimidad personal, no daré los nombres de los ganadores de esos premios, y simplemente los identificaré por su raza o el color de su piel.

Según su Hoja de Vida, las tres ilusiones que pidió este individuo convertir en hechos reales eran sus anhelos de tener buena salud, ser rico y ser valiente, y quizá ese pedido se debió que, según las explicaciones que registró, él era hipocondriaco, sumamente pobre y muy tímido. La única condición que les ponía el Dimensor a los tres ganadores del Premio Mayor, para hacerles realidades las tres ilusiones, era que éstos, individualmente, a los 20 años de estar recibiendo los beneficios, tenían que ir al "Muro de los Lamentos" a contar sus experiencias y a explicar las razones de sus éxitos y/o de sus frustraciones.
En el inicio de este proceso, el tipo cambió varias veces de lugar en el Dimensor y luego de ingresar a una cabina parecida a la que yo ocupaba, en ésta pulsó el letrero 'ejecutar' y enseguida recibió un lavado cerebral, con energía positiva según lo explicado por una voz informativa interna, cosa que desde el momento en que salió de la Sede lo convirtió en una persona dinámica que inmediatamente puso en marcha un proyecto que, con mucha rapidez, se convirtió en una exitosa empresa diseñadora de ropa para damas de alto perfil y, a la vez que dirigía esta empresa, el tipo fundó una agencia de modelos y actrices sofisticadas, especialmente seleccionadas y capacitadas para realizar labores en empresas poderosas y de alto calado social y comercial, entidad esta que tuvo la suerte de caerle bien a los medios de comunicación y, por eso, en poco tiempo se convirtió en una mina de fama y dinero para su dueño, o sea, para el protagonista de esta historia.

Debido a la fama mediática, al tipo le fue bien; en menos de lo que canta un gallo logró hacer realidades las tres ilusiones ya mencionadas, y en todos los medios de comunicación, todo el mundo lo veía feliz y dichoso y a toda hora estaba ocupado, dando órdenes y corrigiendo embarradas, tanto de sus empleados como suyas o de sus clientes. Pero los beneficios recibidos no le evitaron un mar de sufrimientos; él era de malas en el amor y asimismo con las amistades, y no obstante a que vivía en una selva humana, siempre se sentía solo, pues todo a su alrededor se movía por interés en algo y jamás porque lo apreciaran, ni mucho menos por agradecerle los favores que con tanto empeño hacía. Decepcionado y triste por su soledad, cambió de nombre y de sexo creyendo que con ello hallaría la felicidad, pero tres matrimonios en poco tiempo, con igual número de divorcios costosos para 'ella', arruinaron su vida y la convirtieron en un ser amargado y resentido. Y así, con más sufrimientos que goces, pasaron 20 años y le llegó el día de la cita en el Muro de los Lamentos.
El Muro de los Lamentos estaba ubicado en un sitio que quedaba en medio de la nada. Allí no había muro ni pared y toda el área era un lugar frío, triste y solitario, en el que lo único que había era una ranchita de zinc y debajo de ésta había una pantalla colocada sobre una mesita que se convertía en un teclado virtual. Pero en sus alrededores soplaba una brisa agradable, y sus solitarios contornos eran muy adecuados para pensar y meditar las cosas de la vida.
Ese día, cuando el tipo (o ella) llegó a cumplir la promesa, antes de llegar a la pantalla que hacía las veces de "Muro de los Lamentos", pensando y meditando dio varias vueltas en los alrededores, y cuando entró a la ranchita iba llorando y el llanto le hizo entender la razón para que esa pantalla se llamara el Muro de los Lamentos. Llevaba colgada como escarapela la tarjeta del Dimensor, y al acercarse a la mesita oyó un sonido como el que hacen los dispositivos de las tiendas cuando leen los códigos de los artículos y, al instante, en la pantalla del Muro de los Lamentos apareció un escrito, dándole la bienvenida con el nombre de hombre que había escrito en su Hoja de Vida, cosa que le disgustó un poco porque 'ella' prefería que la llamaran con su nombre de mujer; y en la parte inferior de esa pantalla decía: "Para dar sus razonamientos toque la palabra 'continuar'."
Secándose las lagrimas con un pañuelo rosado, 'ella' pulsó la palabra 'continuar' y en la pantalla del Muro de los Lamentos apareció un cuestionario, al que había que llenarle los espacios en blanco, que iniciaba con la pregunta: "Si Usted pudiera regresar al pasado ¿Cambiaría las tres ilusiones ya realizadas para que, en vez de esas, le hicieran realidad una ilusión diferente?"
Aunque no es parte de este tema, quiero añadir que hace falta inventar artículos definidos que sirvan para señalar el 'otro' género sexual, pues ya no alcanzan los existentes, 'él' y 'ella', porque sólo definen si es masculino o femenino, y no existen los necesarios para diferenciar los distintos géneros sexuales de los gays. Para solucionar este obstáculo, de aquí en adelante llamaré Mara, con género femenino, al personaje blanco de esta historia. Y continuando con el relato, para responder a la ya mencionada pregunta, Mara escribió: "Sí. Yo sí cambiaría esos cumplidos por convertir en cosa real una ilusión diferente."
Este cuestionario funcionaba distinto al saca tripas, de la Hoja de Vida. En este proceso, cada vez que era llenado el espacio de una pregunta, había que pulsar la palabra 'continuar'. Y cuando Mara pulsó ese escrito, en la pantalla empezó a girar el remolino virtual y luego apareció un espacio que debía llenar, que en la parte superior decía: "Haga una descripción de los resultados que le parecen negativos de sus tres ilusiones hechas realidad." Mara, en el espacio en blanco respondió así:
"Si bien es cierto que la salud es una riqueza que solo se aprecia cuando no se posee o cuando se pierde, también es cierto que la mucha salud puede provocar que el cuerpo abuse del espíritu. Debido a que fui muy enfermizo tenía la ilusión de poseer buena salud, y el Dimensor me la dio de sobra, pero nunca he poseído la sabiduría para administrarla, y una salud mal administrada puede ser tan dañina como tener hambre y comer demasiado, y ese fue el caso mío, ya que por el mal manejo que le di, la mucha salud me resultó perjudicial. Y tenía la ilusión de poseer riqueza, cosa que veía inalcanzable pero en poco tiempo amasé más plata de la que ciertamente necesitaba. Sin embargo, por carecer de sabiduría para disfrutar el dinero, cuando me sacié de todo le cogí asco o desprecio a todas las cosas del mundo y ahora veo que la ambición de riqueza esclaviza y que nada se valora cuando todo se consigue sin hacer sacrificio. Pero además, la vida no es placentera cuando se posee de todo y se tiene que afrontar un desprecio personal y un vacío humano, como ha sido la situación mía, por tener un 'defecto' sexual que vino conmigo y que llevarlo no ha sido mi culpa sino mi suplicio. Y, en cuanto a la valentía, una virtud que para mí solo era una ilusión, creo que una persona valiente y sin sabiduría es tan vulnerable como unan serpiente venenosa estúpida. No tengo la menor duda de que el tímido mas sabio del mundo, sin tener que hacer mucho esfuerzo le gana al ser más valiente del universo, si el bravo carece de conocimientos para defenderse. Todos hemos oído el dicho de que los cementerios y los centros hospitalarios están llenos de jóvenes valientes, muertos o lisiados, que evaluaron mal los riesgos y, aunque ese no ha sido el caso mío, la valentía que recibí me hizo incurrir en peligros innecesarios y meterme en problemas complicados que hubiera podido evitar con una mínima dosis de sabiduría."
 Luego de anotar la explicación anterior, Mara pulsó 'guardar' y al instante desapareció el cuestionario y el remolino virtual empezó a girar y pocos segundos después, en la pantalla de ella apareció un cuadro en blanco y encima de este un escrito que decía:
"Primero escriba la ilusión por la que Usted cambiaría las tres ilusiones ya realizadas y a continuación haga una explicación de la razón por la que desea hacer el cambio."
Mara Escribió: "Mi mayor ilusión es dejar de ser ignorante y estoy dispuesta a entregar todo lo que poseo a cambio de tener sabiduría. Y lo hago porque sé que con la buena sabiduría se puede lograr cualquier cosa. Sirve de ejemplo el hecho de que la raza humana, sin ser la especie mas fuerte ni la mas valiente, pero por ser mucho mas sabia que las demás, logró dominar a todas las otras especies de la Tierra, y, entre muchísimas otras cosas logradas, inventó el Dimensor y eliminó las distancias."
Mara, al finalizar el escrito anterior, vio que no aparecía la palabra 'continuar' y en vez de ésta pulsó 'ejecutar', y al instante se borró el escrito y en la pantalla de mi cabina apareció el remolino virtual y pocos segundos después empecé a oír la lora publicitaria del Dimensor, cosa que se me hacía desagradable, como me han parecido todas las loras publicitarias que he escuchado, pero que el hecho de ser odiosas no impide que cada día hayan mas empresas que las utilicen; ya se me estaba acabando la paciencia cuando al fin hubo silencio, y en mi pantalla apareció un escrito que decía:
-Para volver al comienzo del proceso toque la tecla dorada.
-Para ver el proceso de la persona india toque la tecla blanca.
-Para ver el proceso de la persona negra toque la tecla de ese mismo color.
Me sentí tumbado, por la falta del resto de la historia de Mara, pero la única alternativa que tenía era pulsar una de las tres teclas que aparecían en la pantalla, ya que en ésta no había mas 'herramientas' a la vista, y para seguir el orden pulsé la tecla blanca; y al instante se inició el remolino virtual y a los pocos segundos apareció la Hoja de Vida del personaje indio, cosa en la que se siguió igual proceso al ya explicado en los casos anteriores similares.
Según los datos de su Hoja de Vida, este individuo tenía 160 centímetros de estatura y pesaba 96 kilos, o sea que era bajito y gordo, y tenía ojos pequeños y caminaba mirando hacia el piso. Era abogado y las tres ilusiones que pidió que se le realizaran fueron: tener liderazgo político, ser inteligente y poseer buena presencia.
 Como ya lo expliqué, este proceso fue igual al que había seguido para ver el destino de Mara. Y cuando en éste pulsé la tecla 'ejecutar', en la pantalla se inició el remolino virtual y, poco después, en ésta apareció el personaje ya mencionado, desnudo, en una cabina distinta a la que había ocupado Mara. El tipo, a los pocos segundos pulsó la tecla 'ejecutar' y al instante recibió numerosos chorros de energía que lo hacían saltar como un mico y dar volteretas como una culebra, ejercicios con los que en pocos minutos quemó la grasa que le sobraba y aumentó de estatura. Quedó con 80 kilos de peso y 180 centímetros de estatura. Pero eso no fue todo; le crecieron un poquito los ojos y empezó a andar mirando de frente, y de inmediato pasó a ser un inteligente y audaz líder político a quien todo el mundo admiraba y le rendía honores o pleitesía.Y en poco tiempo se convirtió en un congresista corrupto, o sea en un bandido de cuello blanco, quien además de fraudes estatales hacía leyes amañadas, planeadas para favorecer a bandidos de cuello blanco, como lo eran él y la gran mayoría de sus colegas congresistas, labor en la que estuvo a su favor el hecho de que la gran mayoría de los magistrados de las altas cortes también eran bandidos de cuello blanco; y con esa ventaja él lideró una alianza de congresistas y magistrados, todos ellos bandidos de de igual calaña, quienes, además de usar sus influencias y poderes políticos para hacer toda clase de fechorías, para delinquir con mas facilidad y aplicar nepotismo en los puestos estatales eligieron de Procurador a un miembro del Opus Dei; un sujeto que ejerciendo en ese cargo se las daba de religioso puritano, pero que en realidad era el más corrupto de todos los funcionarios públicos de su país.
Las discusiones son cosas normales en los debates de políticos civilizados, y por muy fuertes que sean sus alegatos casi nunca pasan de palabras y razonamientos sociales contrariados entre ellos. Sin embargo, en estas sesiones con frecuencia había peleas en las que daban con cualquier elemento o mueble que estuviera al alcance, ya que las cosas suelen ser muy distintas cuando los dirigente políticos son a la vez funcionarios legislativos y bandidos de cuello blanco como, ya expliqué, lo eran la gran mayoría de los integrantes del congreso en el que fue elegido por votos comprados el personaje de esta historia. Pero este tipo, igual que sus colegas congresistas, en los debates del congreso fingía y aseguraba ser "un honorable congresista" dedicado íntegramente a conseguir el bienestar de sus conciudadanos, siendo realmente un delincuente mas de la gran jauría de bandidos que integraban el corrupto congreso de su país. Y el hombre era un buen actor pero, no obstante a su liderazgo, carecía de experiencia política y no contaba con el cartel de testigos falsos que poseían algunos magistrados y casi todos los congresistas corruptos veteranos.
Y en este caso se hizo realidad el dicho de que "la cuerda siempre se revienta por la parte mas débil"; estando este hombre en pleno éxito, por peleas entre los legisladores, del Congreso salió a flote y llegó a conocimiento de los medios neutrales de información, un enorme fraude a los recursos públicos, en el que habían participado casi todos los congresistas, pero los demás legisladores involucrados, mediante testigos falsos y con la complicidad de sus amigos magistrados, se limpiaron y le echaron toda la culpa del desfalco a este inexperto abogado.
El hombre fue a parar a una cárcel que estaba equipada con comodidades especiales por haber sido habilitada para bandidos de cuello blanco, en la que estaban 'prisioneros' numerosos excongresistas, exgobernadores, exalcaldes y altos exfuncionarios del gobierno, es decir, una gran banda de delincuentes de cuello blanco, quienes, luego de darle la bienvenida a este 'mandracus', le explicaron las reglas internas y le enseñaron cómo era la cadena de mando y le advirtieron que él, por ser un 'dirigente' inexperto, no tenía ni voz ni voto y que ocupaba el último lugar jerárquico de 'la Empresa', o sea del cartel criminal que conformaban ellos y los jefes mafiosos y/o paramilitares.
En la prisión, los miembros de 'la Empresa' lo obligaron a dar los nombres de casi todos sus testaferros y después le quitaron los bienes que tenía a nombre de éstos y todo lo que pudieron de lo que él le había robado al Estado, incluyendo buena parte del dinero que tenía encaletado y del que poseía en los bancos. Pero el hombre quedó con plata, pues no le dio a 'la Empresa' toda la información de sus riquezas, y, por ser un bandido de cuello blanco, no duró mucho en la cárcel, ya que le favorecieron las leyes que él mismo había impulsado siendo congresista.
Este tipo, como suelen ser casi todos los abogados, era un delincuente en potencia y de conciencia y no sentía remordimiento por las injusticias que causaba, y creía que no era culpa suya que, por dinero y corrupción, en el País se aplicara una justicia hipócrita y generadora de infamias. Tan pronto recuperó la libertad armó su propio combo de testigos falsos y, mediante éstos, demostró ser víctima de persecuciones políticas, y el Estado tuvo que indemnizarlo, limpiar su Hoja de Antecedentes Penales y reintegrarlo al puesto que ocupaba de congresista, y poco después hizo meter presos a varios de los legisladores que se habían limpiado acusándolo a él; y, entre peleas con políticos corruptos como él y demandas por fraudes o peculado, se pasaron 20 años y le llegó el día de la cita en el  Muro de los Lamentos.
Ahora el tipo tenía dinero y se creía bien parecido, pero nunca había sido feliz. Y en numerosas ocasiones había envidiado la vida calmada que llevaban personas que no tenían riquezas ni eran bien parecidas como se creía él, pero que, sin tener esas 'dichas', las veía enamoradas y felices y sin el agite que siempre acompaña a los políticos ambiciosos, cosa que suele ser peor cuando son corruptos, como lo era él.
El tipo, nervioso, al llegar al lugar de la cita observó los contornos del Muro de los Lamentos y pensó un buen rato en lo descuidado que estaban en su país el Agro y el campo, y se dio cuenta que, por descuido del Estado, los campesinos de esta nación jamás habían dejado de ser esclavos de la sociedad urbana. Él no tenía una idea clara de los razonamientos que iba a dar en el Muro de los Lamentos, pero creía que ahora el Todopoderoso de este mundo era la Sistematización Global, cosa de la que sabía que el Dimensor era una entidad poderosa y  a la que por lo tanto, como si fuera un nuevo dios, había que obedecerle.
Cuando el tipo se acercó a la mesita, ésta se convirtió en un teclado virtual y él oyó el sonido ya explicado en el caso de Mara, y en la pantalla que estaba a su lado apareció un escrito similar al que había leído ésta al inicio de sus razonamientos, o sea que lo único distinto era el nombre del recién llegado. El hombre pulsó 'continuar', y en el cuadro de la pregunta acerca de sí cambiaría las tres ilusiones realizadas por una distinta, respondió: "Sin duda alguna, ahora mismo cambiaría esos deseos cumplidos por hacer realidad lo que mas anhelo tener en mi vida."
Luego de hacer esa nota, el tipo pulsó 'continuar', y en el espacio que le pedía que hiciera una descripción de los resultados que le parecían negativos de las tres ilusiones realizadas, respondió así: "Adquirir liderazgo, además de tener que asumir compromisos abrumadores, puede generar mas decepciones que satisfacciones. Y un líder debe tener vocación para buscar el bienestar ajeno y no el propio; debe sentirse feliz hallando la felicidad ajena y no la suya; debe trabajar en el horario de sus liderados y también cuando ellos descansan; en fin: los líderes deben sacrificarse en aras de que otros se beneficien. Yo quería ser líder político, pero nunca he tenido vocación para tal cosa, y ahora sin rodeos reconozco que fracasé en ese entorno de mentirosos y perversos. En cuanto a ser inteligente, esta es la única virtud de las que recibí a la que le doy buena nota, pero dejo constancia que con ella no basta para ser feliz, lo cual, en suma, es lo que siempre he anhelado. Y en lo que tiene que ver con tener buena presencia, cosa que deseaba obtener para poder conquistar mujeres hermosas, ahora creo que en ese sentido estaba equivocado, pues, un hombre puede parecer un mico o un sapo, pero, si tiene fama y dinero, las mujeres lo pelean, y si no tiene ninguna de estas dos cosas, aunque tenga buen aspecto, ellas lo desprecian."
Después de haber escrito lo anterior, el tipo pulsó 'guardar', y en la pantalla del Muro apareció el cuadro con la pregunta acerca de la ilusión y la razón por la que él cambiaría los beneficios recibidos de las tres ilusiones anteriores, y el hombre respondió así: "Daría los tres beneficios recibidos a cambio de ser feliz. Creo que lo más dulce de la vida es la felicidad y que, aunque haya todo lo demás, sin ella la vida es amarga."
Y, como había ocurrido en el proceso de Mara, el tipo pulsó 'ejecutar' y al instante en mi pantalla se inició el remolino virtual y enseguida empecé a oír la lora publicitaria del Dimensor y poco después al frente apareció escrito:
-Para cancelar el proceso toque la tecla dorada.
-Para repetir el proceso anterior toque la tecla blanca.
-Para ver el proceso de la persona negra toque la tecla de ese mismo color.
Dispuesto a darle fin a este asunto pulsé la tecla negra y al instante apareció en la pantalla la Hoja de Vida de la tercera y última persona ganadora de uno de los tres premios mayores del Dimensor. Se trataba de una mujer negra, joven y bastante atractiva. En la Hoja de Vida escribió que, por ser negra, la discriminaban y la humillaban. Y quería que se le hicieran realidad sus ilusiones de tener buena suerte, ser carismática y ser famosa. El proceso que ella siguió fue el mismo de los dos anteriores; cuando pulsé 'ejecutar', en la pantalla de mi cabina apareció la mujer justo en el momento que iniciaba el recorrido por las cabinas del Dimensor, y al fin llegó a una cabina parecida a la que yo ocupaba y en esta pulsó 'ejecutar', y al instante recibió rayos y descargas de energía en todo su cuerpo, con cuyos efectos se transformó en adicta a los narcóticos y muy pronto se convirtió en una cantante mediocre pero carismática y de buenas, pues, desde que inició esta carrera, el Grupo Bilderberg le dio un enorme apoyo económico y mediático para que, sin que ella lo supiera, con sus 'sexi canciones' fomentara el vicio, generara mediocridad social y a la vez contribuyera con la ruina del talento de la gente de clase media, así como en la destrucción o desintegración del núcleo familiar humano, cosas que al realizarse les facilitaría a los del Bilderberg la creación de su ya viejo proyecto de un "Imperio Mundial de Oligarcas", un reino elitista planeado para ser dirigido por la Prelatura del Opus Dei e integrado por líderes mundiales multimillonarios, y con reglas especiales para que sus empresas comerciales y de sometimiento de conciencia no tengan fronteras políticas y sean inmunes a la Justicia, igual que sus dueños, ya que en el mundo no habría gobierno con competencia para juzgar a estas entidades ni a los jefes principales de este multinacional imperio capitalista.
No obstante a su poca calidad como cantante, en poco tiempo esta artista adquirió una enorme fama mediática; las filmaciones de sus conciertos eran pasadas con muchísima frecuencia en los programas de las grandes cadenas de televisión, y en el mundo entero aparecía ella, algunas veces casi desnuda, en un sin número de revistas de farándula, así como en entrevistas periodísticas, en reportajes de televisión y a veces apoyando obras de beneficencia infantil.
 La nueva 'sexi estrella' tenía a su disposición una lujosa flota de aviones que con su llegada congestionaban los aeropuertos de las ciudades a donde ella iba a cantar sus súper publicitadas canciones. Además, tenía dos aviones gigantes para transportar sus equipos y la utilería para sus iluminados y sistematizados conciertos, en los que eran prohibidas las bebidas alcohólicas, pero se estimulaba el consumo de narcóticos, la prostitución, las peleas con la fuerza pública y los conflictos familiares.
A esta mujer le decían 'la Negra', era de familia humilde y hasta cuando recibió el premio del Dimensor comía cualquier cosa y le estaba tocando sufrir toda clase de necesidades. Tomaba licores y cerveza casi desde niña, y tuvo numerosos romances callejeros, pero antes de ser famosa no consumía narcóticos. Y desde hacía varios años cantaba música perrata en establecimientos 'calientes', y una de las primeras condiciones que le pusieron los agentes del grupo patrocinador fue que diariamente tenía que tomar unos 'estimulantes especiales' entre los que había inyecciones, pepas  y polvos inhalables. Ella les explicó que les tenía pavor a las inyecciones y que por ningún motivo se dejaría poner ampollas; y sin rodeos les dijo que a las pepas  tampoco les jalaba y que lo único que aceptaría sería inhalar 'perica', o sea consumir cocaína.
La Negra siempre había sido de buen humor, casi no decía groserías y era respetuosa y honesta; no deseaba tener hijo porque sólo conseguía novios negros y pensaba que, si lo tenía con alguien que no fuera blanco, a su hijo por ser negro y pobre lo iban a humillar como a ella. Pero el premio le dio un gran giro a su vida y a su rutina, pues, mientras antes apenas trabajaba de noche y le tocaba usar ropa prestada en sus shows musicales, desde que empezó a ser estrella tenía que trabajar día y noche y debía estrenar por lo menos tres vestidos diarios, y sus asesores de imagen le prohibieron que usara la ropa y el calzado mas de una vez.
Aunque ninguno de sus desconocidos asesores se lo dijo, la Negra averiguando en Internet supo que el Grupo Bilderberg, su patrocinador, manejaba los medios informáticos a nivel mundial y que sus integrantes, junto con el Opus Dei, manejaban a casi todos los gobiernos del mundo y que ellos eran quienes decidían el futuro de la humanidad y todo lo que tuviera que ver con los cambios políticos, económicos, religiosos y ambientales de este planeta.
Por su carisma, y no por sus canciones, la Negra se convirtió en el personaje mas popular de la gente joven y de los adolescentes, y sus conciertos hicieron aumentar enormemente, a nivel mundial, el consumo de narcóticos, y por los efectos colaterales de la drogadicción abundó el abandono de estudios y la rebeldía juvenil, y se desintegraron muchísimos núcleos familiares. Pero ella ganaba tanto dinero que no podía contarlo y en vez de eso lo pesaba; y sus patrocinadores estaban felices con su trabajo y cada día inventaban nuevos trucos para que a sus eventos pudieran asistir adolescentes, y de inmediato se iniciaran en el vicio y cayeran a la mediocridad mental y social, cosa en la que culminaba el objetivo del Grupo.
Los patrocinadores creían que la Negra era perfecta para la labor que estaba realizando, pero hubo un detalle que no fue tenido en cuenta como problema, sino como ventaja, que poco a poco se convirtió en la piedra en el zapato entre ella sus agentes. Esa aspereza surgió porque la negra era autodidacta y siempre que le quedaba algún tiempo disponible, en vez de dedicarlo a ver vídeos, lo aprovechaba leyendo y estudiando todo lo que le parecía interesante. Además, tenía una actitud personal que hacía casi imposible cambiarle de parecer; cada rato le decían que no tomara cualquier agua y, según sus agentes, ella solo tomaba agua de una marca francesa y exigían que en los hoteles donde se alojaba le tuvieran un gran surtido de esa agua, pero ella, a la vista de sus asesores, tomaba agua de la llave y botaba la que le traían de Francia, porque desconfiaba que a esta le añadían estimulantes.
La negra tenía asesores para todo y solo podía decir lo que éstos le autorizaban y tenía que vestirse con la ropa que le elegían, dos reglas que para ella cada día se hacían mas insoportables, pero lo que mas la irritaba era el ejército de guardaespaldas que la protegía y la turba de periodistas que a todas partes la perseguía. Tenía dinero de sobra pero se sentía prisionera y añoraba su otrora libertad para andar sola y decir lo que le diera la gana. Nunca aceptó consumir las dosis de coca a la vista de sus asesores. Poseía una actitud fuerte; un día cualquiera decidió dejar el vicio y desde entonces, para engañar a sus asesores, solo acercaba la vista a las papeletas vacías luego de haber botado la cocaína en el sanitario.
Aunque las reglas para la Negra, cuando no tenía que trabajar, eran descansar viendo películas de sus propios conciertos o leyendo revistas de farándula, ella prefería navegar por Internet o leer los periódicos de su país. Y fue por Internet que se enteró del problema social que estaban causando sus conciertos. Navegando por la red leyó un artículo periodístico y así supo cual era el verdadero propósito de sus giras con eventos gratis en parques al aire libre. El periodista, en el artículo explicó que a él personalmente le había tocado rescatar, de un concierto al aire libre con la Negra, a varios adolescentes familiares suyos que habían llegado al lugar dos días antes de empezar el evento, y en la entrada la policía les había decomisado el licor que llevaban, pero después personas desconocidas les dieron abundantes 'muestras gratuitas' de toda clase de narcóticos. El resumen del escrito era que, para convertir en adicta a la gente joven, una mafia muy poderosa estaba patrocinando los eventos de los artistas con fama mediática, como la Negra.
La Negra, desde antes de ser famosa, había sufrido maltratos y la desintegración de su núcleo familiar por causa de la drogadicción entre los suyos. Y con la lectura de ese artículo se dio cuenta del veneno que llevaba por dentro su fama mediática, y del nefasto resultado que surgía de sus conciertos. Ahora era consciente de que a la mafia se puede entrar siendo ignorante, pero que de su red no se puede salir ni siendo sabio. Lo único que se le ocurrió fue hacerse la enferma por el resto de su vida y así estuvo hasta el día de la cita en el Muro de los Lamentos.
El día de la cita, la Negra ya era más famosa como enfermiza que como cantante, y ahora ella creía que había logrado liberarse del Grupo Bilderberg, pues su fama mediática iba en picada. Pero no había podido superar el complejo de inferioridad que sentía por ser negra, ya que aun siendo estrella se daba cuenta que nadie la amaba y que todos sus romances surgían solo por interés económico de sus muy numerosos admiradores. Creía que la fama y el dinero le impedían conseguir el amor sincero que tanto deseaba tener, y con frecuencia decía que estaba decepcionada de su destino.
Ese día, la Negra fue directo al Muro de los Lamentos, pero ya casi llegando a la pantalla se arrodilló en el suelo de la ranchita, rezó varias oraciones y, llorando, le pidió perdón a Dios por las infamias que había provocado con sus canciones. Ella creía en Dios pero veía que el verdadero Salvador o destructor del mundo sería Internet y que el desastre dependería de sí los del Grupo Bilderberg lograban controlar a este monstruo de incontables cabezas, que, desde su punto de vista, algunas podrían ser tan útiles y buenas como otras lo eran de nefastas.
Esta vez, el proceso y las preguntas fueron las mismas ya explicadas en los dos casos anteriores, y cuando la negra se acercó a la mesita, luego de que oyó el timbre de registro, en la pantalla del Muro apareció el escrito dándole la bienvenida, pero creo que ella ni leyó eso pues enseguida pulsó 'continuar' y en el cuadro de la pregunta acerca de sí cambiaría las tres ilusiones cumplidas por una diferente escribió: "Daría todo por mi último deseo", y pulsó 'continuar'.
Ella era ágil en el manejo de la tecnología. En pocos segundos, en el cuadro que le pedía que hiciera una descripción de los resultados que le parecían negativos de las tres ilusiones hechas realidad, escribió así: "La buena suerte desequilibra las competencias y eso me parece injusto o por lo menos imparcial. Ser carismático no hace daño pero tampoco produce amor, que al fin de cuentas era mi propósito. Y la fama se me convirtió en una prisión de lujo."
Luego de haber escrito lo anterior, la negra pulsó 'guardar', y en el cuadro donde debía anotar la ilusión por la que cambiaría los beneficios recibidos y explicar las razones para tomar esa decisión, hizo esta anotación: "Mi única ilusión, si es que así puede llamarse, es la muerte. Y se debe a que ya no deseo seguir esta vida hipócrita y dañina; y quiero morir ya mismo, pero no de un rayo de esta cosa sino de un tiro en la frente." Y sin dudarlo pulsó 'ejecutar', y yo que estaba estupefacto por la inminente ejecución de la Negra, no oí el disparo que esperaba escuchar, ni el chillido de ella sino que en la pantalla de mi cabina apareció el remolino virtual y poco después oí el inicio de la lora publicitaria del Dimensor, cosa que se repitió varias veces, pero que esta vez, por estar angustiado, no me causó tanta rabia.
Poco después se silenció la lorita del Dimensor y en la pantalla apareció el siguiente escrito: "Nuestra institución familiar es la entidad más antigua del Mundo y desde que existe ha sido la única agrupación noble de la humanidad. Y, aunque hemos tenido toda clase de conflictos y de adversarios, nada ni nadie ha podido disminuir nuestros poderes humano, religioso, económico y político; dones nuestros que, no obstante a la eterna admiración y el respaldo de nuestro súbditos, algunas veces no han estado libres de equivocaciones, pero, porque somos conscientes de que nos hemos equivocado, tenemos la capacidad y el noble valor de corregir las cosas; por mencionar un caso, tenemos el ejemplo de que, por varios siglos, creímos y aseguramos que nuestra Tierra era el centro del universo, pero cuando tuvimos la certeza de que nuestro planeta gira alrededor del sol, no solo reconocimos el error sino que validamos el conocimiento científico de las cosas. Y no hemos sido ajenos a la normal evolución de la Tierra, al contrario, con el paso del tiempo hemos hecho una familia grande y casi siempre unida; al comienzo éramos un reguero de monarcas regados en el mundo, luego nos unimos a la Santa Iglesia y poco después al Islam y a otros hermanos de nuestra misma sangre, unión que como es obvio ha afrontando las asperezas normales que suelen ir de la mano entre las familias grandes y poderosas, como por ejemplo nos ocurrió, entre otros casos, con el Reino Unido y con Martin Lutero.
Y así como en la última mitad del milenio pasado tuvimos enemigos insurgentes de la talla de Washington, Napoleón, Bolívar y el muy asolapado Kennedy, entre otros; también hemos tenido monarcas estrellas como, entre otros, en la antigüedad, Alejandro Magno y el papa Gregorio VII, y hace menos de un siglo reinó nuestro valiente papa Pío XII, quien, en alianza con nuestro a veces amado Mussolini, logró reforzar el matrimonio de nuestra moderna Eva con Hitler, un hermano ario que era nuestro Adán moderno y purificado, con quien teníamos el santo y noble propósito de eliminar a los insociables e indomables hijos de Satanás, y a la vez formar nuestro loable y eterno Imperio Mundial, cosa que nos impidieron Inglaterra y Estados Unidos, en alianza con los hijos mejor capacitados y mas nefastos de Satán, gobiernos estos que, asumiendo funciones que siempre habían sido nuestras, les dieron a esos insociables, como patria propia, nuestro sagrado Israel.
Pero el fracaso de la Segunda Guerra Mundial nos dejó muchas enseñanzas útiles. Quizá la mas importante, porque tuvo que ver con nuestra derrota, es que para convertir el Mundo en un solo imperio es necesario que toda la humanidad, además del idioma ancestral de cada lugar, hable un idioma universal con palabras que tengan el mismo significado y la misma pronunciación en todas partes, y que ese lenguaje posea un alfabeto técnico que, como ocurre con las palabras habladas, no requiera de uso ortografía. Y es que, no obstante a que siempre hemos asegurado que la ortografía ennoblece y embellece la escritura, ahora somos conscientes de que esta regla es un asunto caprichoso que causa mas complicaciones que beneficios y que por lo tanto debe ser eliminada, cosa que para Usted es un flagelo humano y en la que durante varios años ha trabajado gratis, tratando de corregir, motivo por el que ha llamado nuestra atención.
Usted ha ganado un premio que pueden ser varios premios a la vez. Sin tapujos le decimos que para nosotros no existen escritores buenos o malos sino creadores de ideas literarias, amigos o enemigos de nuestra causa, y que además de que ya estamos editando a nuestro favor o controlando la información que se puede dar por Internet, desde hace mucho tiempo somos amos o controlamos casi todas las editoriales del mundo, y por ello supimos que sus obras han sido rechazadas y devueltas de todas las editoriales a las que las ha enviado. Y todo eso le ha ocurrido por no ser nuestro amigo, o sea porque, como Usted mismo lo dice, tiene la "jodida costumbre de escribir verdades crueles que ningún editor desea publicar." Y si sigue escribiendo así, en el remoto caso de que Usted pasara a la historia, sólo sería un histórico Quijote mas de los tantos que nos han combatido. Pero, si acepta este premio, para Usted las cosas pueden cambiar; y si admite nuestra amigable y beneficiosa oferta, para cambiarse a nuestro lado todo lo que debe hacer es reeditar sus obras a favor de nuestra causa y, con ellas, sin tener que concursar, Usted se podrá ganar los premios literarios que desee, y nuestra organización mediática, sin importar la calidad del contenido, hará que sus obras se conviertan en best sellers  y que lo sean por mucho tiempo. Y eso es apenas una parte de lo que haremos a su favor, pues, si se convierte en uno de los nuestros, en el mundo entero y durante toda su vida pondremos a su disposición un enorme portafolio de productos y servicios, gratuitos, con los que podrá obtener todos los placeres deseados, solucionar cualquier inconveniente y satisfacer todas sus necesidades. Además, si lo desea, cuando fallezca podemos convertirlo en santo. Y no importa que Usted no sea creyente; por si no lo sabe conviene informarle que, en sus vidas, la gran mayoría de santos fueron políticos laicos y que nosotros, por conveniencias, nos inventamos las causas o los milagros necesarios para canonizarlos. Para que se tome una idea de nuestra actitud y poder, le recordamos que Juana de Arco, por conveniencias políticas de la época, fue quemada como bruja y supuestamente enviada al Infierno, y luego, también por conveniencias políticas de otra época, fue sacada del supuesto fuego infernal y elevada como santa a nuestra Gloria. También, de igual manera, después de su fallecimiento, por conveniencias políticas convertimos en santo al antipapa Hipólito, un fascista que en vida había sido enemigo de nuestra causa, pero que de difunto nos convenía más de amigo que de enemigo, por lo que no dudamos en hacer una excepción en las reglas y canonizarlo. Y ahora, con milagros que ya autenticamos, estamos a punto de canonizar a nuestro Juan Pablo II, quien, no obstante a sus malas amistades, para nuestra organización será el más benéfico santo en este siglo. Y créanos que, desde nuestro punto de vista, Usted ya tiene aspecto de santo y, tan pronto fallezca, necesitamos que ocupe la vacancia de libre autor que siempre ha estado disponible, ya que de los casi siete mil santos del Martirologio Romano, no hay ninguno que hubiese sido un escritor independiente. Pero si no desea ser santo y le apetecen hasta once mil vírgenes, Usted no tendrá que atarse a su cuerpo explosivos y desmoronarse para recibirlas y disfrutar su vida con ellas, pues esa regla terrorista, pero con una oferta de unas pocas supuestas vírgenes, es solo un premio para los ingenuos creyentes musulmanes; en cambio, para Usted, el resultado será muy distinto ya que con el dinero que ganará, estando de nuestro lado, será mas que suficiente para sostener los harenes de mujeres que, aún estando vivito y coleando, le apetezcan.
Conviene que sepa que el dios de nuestra monarquía es el poder que genera el buen Dinero y que con tal de conseguirlo podemos ser judíos, cristianos, musulmanes, masones, laicos o de cualquier sector que genere riqueza, y/o poder político que es sinónimo de Dinero. Pero no somos creyentes. Imagínese el fracaso que sería para nuestra causa un papa que, en vez de un exitoso y ambicioso monarca, fuera un religioso inútil y caprichoso; o un sultán musulmán que, en vez de usar el poder político para someter de conciencia a sus súbditos y conseguir el buen Dinero, por ingenuo creyera y aplicara para sí las farsas religiosas del Islam. Además, en lo que tiene que ver con nuestros negocios, imagínese, por ejemplo, el fracaso que sería Gillette, si todos los hombres fueran judíos o musulmanes. Para nuestra Nobleza, la fe ciega y el fanatismo es una aplicación útil para engañar a los mamertos que creen sin ver ni pensar, y que dan la vida o matan por un dios que jamás han visto, o por un profeta del que desconocen sus delitos, o por una simple camiseta de un club deportivo. Los Nobles, además de obrar con sensatez, preferimos 'ver para creer' como nos lo enseñó santo Tomás.
Le advertimos que al pulsar en el enlace elegido, esta diligencia se ejecuta y no tiene vuelta atrás. Y le recomendamos que analice y piense antes de tomar la decisión de aceptar alguno de los siguientes elementos:
-Para recibir el Súper Paquete de ser escritor famoso, disfrutar harenes de hasta once mil vírgenes y ser santo, toque la tecla dorada.
-Para recibir un paquete sencillo, con uno o dos de los tres contenidos del Súper Paquete, toque la tecla blanca.
-Para recibir otra realidad de la vida, toque la tecla negra."
Ahora no necesitaba ser sabio para darme cuenta que estaba metido en lío bien peludo. Y lo peor del asunto era que no había manera de abandonar la cabina e irme a casa sin reclamar el Premio. La barra tricolor de inicio no aparecía en la pantalla y la única alternativa, para poder salir del Dimensor, era pulsando alguna de las tres teclas. Estaba tratando con una máquina y era obvio que de nada me serviría pedir auxilio. Me puse las manos en la cabeza y, mirando las tres propuestas, pensé un largo rato. Después, lo primero que deseché fue la posibilidad de ser famoso. Desde niño he sido un pensador solitario que me encanta la tranquilidad, cosa que es imposible para los famosos, y, como buen autodidacta, prefiero ser un libre desconocido que un famoso atrapado y acosado. Y la propuesta de poseer harenes de mujeres tampoco me convenció, pues al tener una mujer se tiene un problema, y, si se tiene mas de una, los problemas se multiplican al cuadrado por el número de cónyuges que se tengan. En cuanto a la enorme cantidad de dinero que podía ganar, pensé que a estas alturas de mi vida era preferible tener tiempo libre para aprender cosas nuevas, que esclavizarme administrando riquezas.
Y, volviendo al tema de las mujeres acerca de la insinuación de las once mil vírgenes, siempre he pensado que el encantamiento de tener relaciones sexuales con mujeres vírgenes es un complejo morboso eclesiástico que, deduzco, viene de las raíces de la antigua monarquía romana que endiosó a Jesús. Y cabe añadir que la virginidad es un asunto confuso pues, según la Iglesia, la Virgen María, el ícono de la virginidad, no es virgen en lo sexual sino en lo espiritual, cosa que se debe a que, según explicaciones eclesiásticas ambiguas, supuestamente María quedó embarazada por obra y gracia del espíritu santo, explicación esta con la que, por el laicismo y la libertad de pensamiento establecidos en la Constitución Nacional, hoy en día sería imposible la existencia de mujeres vírgenes en este país y que, además, en cuanto a la fe, tiene en contra la información periodística de que el papa Benedicto XVI no fue elegido pontífice por obra y gracia del espíritu santo, sino por el millón de dólares que el Opus Dei, desde antes del Cónclave, les prometió a cada uno de los cardenales que votaran a favor del hasta entonces cardenal Ratzinger, entre los que, se dice, resultó sobornado el entonces cardenal Bergoglio, o sea el actual papa Francisco.
Pero, como gran 'puya loca' que fui en mi juventud, sé perfectamente que las relaciones sexuales con mujeres vírgenes son mucho mas complicadas que placenteras; mis preferidas siempre han sido las 'tumbacatre', o sean esas hembras eróticas que hacen en la cama el baile de Shakira, y por lo tanto la oferta hubiera sido mucho mas tentadora si, en vez de hasta once mil vírgenes, hubieran propuesto unas cuantas 'tumbacatres'.
El último componente del Súper Paquete sí que no me animó para nada, pues salta a la vista que la única que se beneficia con la canonización de santos es la Iglesia. Es obvio que de nada le sirve a un difunto, la farsa de ser canonizado para embobar y causarle gastos a su pueblo y beneficiar económicamente al Vaticano. Y, al descartar los tres componentes del 'súper paquete', también quedó descartado el segundo punto, o sea el de la tecla blanca, y la única opción que me quedaba era tocar la tecla negra.
En silencio, pero mentalmente pidiéndole a esa tecla que fuera benévola conmigo, como si estuviera jugando dominó pulsé con dureza la tecla negra, y al instante mi mujer, que es bastante mas joven que yo, dio un salto en la cama y con un grito me despertó, enojada conmigo porque en toda la noche no había podido dormir por las puyadas que yo le daba cada rato.
-Te agradezco ese grito Monicota - le dije-, y le expliqué que con su salto y su chillido, luego de haber pulsado una tecla negra, ella me había sacado del encierro en que me encontraba en el Dimensor. "¡Qué Dimensor ni que ocho cuartos!" -dijo ella y luego añadió: "Esta noche no me has dejado dormir; si me ponía boca arriba, me puyabas la cocolla; si me acostaba de lado, me chuzabas el ombligo; y ahora, estando acostada boca abajo, la supuesta tecla negra que pulsaste fue un puyazo bien fuerte que me diste en el trasero."
Lo anterior fue un sueño raro pero, con el ritmo de tecnología que llevamos, el Dimensor no está lejos de ser una realidad. Y, del resto del contenido de este ensayo literario; que cada quien juzgue a su parecer, y ojalá teniendo en cuenta que la función de la literatura debe ser reflejar los hechos, sin estar a favor ni en contra de las cosas.
NOTA: Pulsando los enlaces abajo relacionados podrá leer las obras mencionadas del autor de este ensayo literario:

 

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EL TESORO DE DOSBOKAS:
EL REPORTAJE DEL EXTRATERRESTRE:
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EL MOLINO DE LA GENTE (escrito con alfabeto español):
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CRÓNICA DE FARSAS Y ABSURDOS HISTÓRICOS (escrita en papel):  http://www.bubok.es/libros/171164/CRONICA-DE-FARSAS-Y-ABSURDOS-HISTORICOS
correos electrónicos del autor edaloes1239@yahoo.es y edaloes1239@hotmail.com